martes, 1 de marzo de 2011

Ma y Mi


Llevo llamando “mami” a la Toñi unos 18 años aprox., teniendo en cuenta que aún siendo tan sumamente inteligente, algo de tiempo me llevaría hacerme con el código. Mami. Son dos sílabas, y ya. Pero esas dos sílabas me cambiaron los pañales, me dieron de comer, me desgastaron las moflas a ‘bisitos’, me enseñaron que compartir estaba bien y que tirar del pelo no. Me enseñaron a andar, a quitarme el ‘chupe’ y a hacer pipi en mi mariquita-orinal. A morirme de ganas de abrazar a mi abuela al verla. A aprender que hay que comer de todo para ser grande, y que un boceto-dibujo podía hacer más ilusión que las joyas de la corona inglesa a un señor del “compro oro”. Que lo que recoges del suelo es caca, y hay que hacer lo que ellas dicen, pero no lo que hacen. A afrontar lo que no puedes elegir, aceptarlo y quererlo así. Que las cosas hay que ganárselas. A que hay que pedir perdón y reconocer que uno se equivoca, y que perder a los tazos no es motivo de lloro. A ser valiente, y que en el altillo de mi armario no vive Drácula. A tragar que me ‘desajuntaran’ mis amigas, y a ver que estaba mal cuando se lo hacíamos a otras (la empatía, vaya). Que el tabaco es una droga, y que estas, son caca. A que no quisiera caer en la ignorancia, y que los flequillos largos me quedan mal. A afrontar las decepciones de las amistades, y que hay algunas que sí duran. Que a ellas (a ma y a mi) no se les levanta la voz, ni tampoco se les llama “tía”. A querer, a llorar,  a aceptar y querer sin más. A querer a mis defectos, y que las tetas minis también molan. A respetar y saber estar en otras situaciones. A elegir. A equivocarme, pero elegir de nuevo. A agobiarme, aun sabiendo que estarán allí para socorrerme tantas veces las necesite. Las dos juntitas, la ma y la mi, solo mías. A querer elegir. A no conformarme. A valerme por mí misma. A juzgar y valorar por mí misma, tener crítica y ejercerla, a no dejarme convencer con lo primero que me dicen; y a que en este mundo no hay que fiarse de la gente con poder, que se los ha comido. A ver las distintas posturas, y entenderlas para poder argumentarse. A errar. A actuar bien. A no caer en la desinformación, y a aprovechar al máximo de todo y de todos.
Dicen que la vida es la que te hace. Puede. A mí, quizás, me influyó algo más.

Bienvenida yo a estos mundos cibernéticos.

2 comentarios:

  1. Candiscandis ahora mismo estás con ella dándote mimitos, y yo aquí firmandote :)
    (L)
    pd: ya soy conductora

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